Mbo xtá,rídà - Gente piel

Hubert Matiúwàa

Para mi madre, Valentina Calleja, quien me contó innumerables relatos de los mbo Xtá rídà. De niño ella me llamaba adà Xtá rídà/niño piel, transformó el terror de las historias para crear un mundo dis

Cuando los sacerdotes llegaron a evangelizar nuestra cultura se dedicaron a cazar a los mbo Xtá rídà, quienes hablaban una variante del mè’phàà antiguo y tenían el don de estirar su piel. De los mbo Xtá rídà se contaron innumerables historias de terror, por ejemplo, que pedían hospedaje en las casas, al dormir estiraban una oreja y con ella hacían su cama, estiraban la otra y con esa hacían su cobija. Pasada la noche se levantaban para robar a los niños y comérselos.

A los pueblos mè’phàà que no se convirtieron al cristianismo se les llamó demonios, caníbales, gente piel o gente que desolla, y por esta razón fueron exterminados. Debido a que se mantenían en resistencia, se creó alrededor de ellos una narrativa de odio. Los sacerdotes alimentaron el terror para evitar que las distintas comunidades mè’phaà se pudieran aliar.

Toda narración de la memoria oral es testimonio de un tiempo. Existió un lugar que se llamó Yopitzingo, el pueblo de los yopes, nombre atribuido a los mè’phaà. Distinguidos por su resistencia en la defensa del territorio, fueron conocidos por sus rituales relacionados con la piel. Su principal centro ceremonial fue Tehuacalco que significa “Casa del agua sagrada”, lugar donde se hacían los rituales a Xtóaya’/Piel de agua, una de las deidades más

importantes para la cultura, es la que crió a Àkhà/Sol y Gòn’/Luna, quienes, a su vez, crearon el movimiento que hizo posible la vida.

En la actualidad Xtóaya’ simboliza la fertilidad y la abundancia, los rituales asociados a ella están relacionados con el cambio de piel de la tierra, temporadas de sequía y lluvia. La temporada de sequía es representada por la deidad Àkùùn ewe/ Hambruna, quien en un rito de expulsión se le ahoga en un río, en la boca de Xtóaya’.

Con respecto a los yopes que desde la memoria oral llamamos mbo Xtá rídà (gente piel), el cronista Fray Bernardino de Sahagún apunta: “La palabra yopeuhtli o cosa despegada, se deriva del verbo nahua yopehua que significa despegar algo, sinónimo de xipehua, que se traduce como desollar, quitar la piel. Yopitzingo es el nombre prehispánico del lugar que habitaban los yopes”. En el náhuatl actual, las palabras aquí referidas tienen el mismo significado, por ejemplo: xipehua/pelar o desollar, yopehua/despegar, yopeuhtli/despegado, según esta etimología se relaciona a Yopitzingo con las ceremonias de desollamiento.

Las narraciones de la oralidad tienen un propósito: transformar la memoria para la acción. El odio hacia los yopes fue alimentándose, satanizando los rituales en los que desollaban a sus rivales de combate. El ataviarse de piel dio origen a múltiples historias de terror, narrativa que tuvo como finalidad colonizar el imaginario colectivo contra los sobrevivientes del pueblo de Yopitzingo para que fueran perseguidos y asesinados por sus propios congéneres.

A partir del lenguaje de la poesía, el libro Mbo Xtá rídà, Gente piel, recrea un nuevo imaginario y presenta a estos personajes como seres fantásticos que ayudaron a crear el mundo: con sus lágrimas se saló el mar, ellos crearon los cerros y la ropa de cada animal, hablaron el idioma del sueño y nos dejaron la capacidad de interpretarlo, estiraron su piel y nos cubrieron con ella para sentir el mundo.

La palabra xtá/piel es muy importante para la cultura mè’phàà, es su principio ético. El verbo estar/ vivir tiene la misma raíz de xtá, en el uso cotidiano. La palabra xtá es base para nombrar y para denotar la característica de la personalidad, el ser de acuerdo al actuar: Phú xtátsíska tàtá tsúkuè/Es una piel floja ese señor/Es muy flojo ese señor. La función de la piel es cubrir y cuidar aquello de lo que forma parte, como la relación carne y piel. La raíz de la palabra xtá/piel se relaciona con las palabras xtáyaa/tallo de árbol, xtíya/panal/ropa de agua, xtá ga’un/matriz/cuero que alimenta. Todas estas palabras refieren al cuidado: el tallo del árbol lo protege de la intemperie, el panal protege la miel, la matriz protege al feto y lo alimenta.

Los mè’phàà somos los mbo Xtá rídà/gente piel, significa que debemos cuidar el lugar donde vivimos, somos la piel del numbaa/mundo-tierra.

En La Montaña de Guerrero, México y en Sutiaba, Nicaragua, los mè’phàà defienden esta concepción de la vida, primero lo hicieron ante la expansión náhuatl, luego ante la colonización de España, y actualmente del extractivismo de las empresas mineras y del control territorial por parte de los grupos delincuenciales del narcotráfico.

 

Descarga gratuita del libro: https://adncultura.org/libros/gente-piel.pdf


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De la década de 1920.

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