Guerrero y la nueva mafia del poder

Eduardo Añorve

Una vez más, las bases sociales de izquierda, los pobres, se ven sometidos a las consecuencias negativas de la disputa del partido dominante en Guerrero, el Morena, en el cual se enfrentan dos proyectos de gobierno, cuyas prácticas se aplican con enjundia y de manera corrupta para conseguir los cargos públicos que representan poder.

Ellos pelean por el poder, en nombre del pueblo, y al pueblo se lo llevan entre las patas porque no procuran su interés, sino el interés del grupo, de la familia, del individuo. Somos rehenes todavía de los intereses de la nueva clase política. Y en Guerrero eso se observa con claridad.

Se observa ahora una nueva mafia política. En la cúpula del poder, en el Morena, disputan los viejos y los recién llegados, los fundadores y los arribistas. Todos contribuyeron al triunfo de Andrés Manuel López Obrador, pero los recién llegados, expertos en las viejas lides por el poder y la administración pública, han avasallado a los fundadores.

En el partido priman los intereses de Ebrard y Monreal, más que los de Bartres y Sheinbaun. Y, en el dilema de llevar a cabo su programa de gobierno o de gobernar siguiendo sus propios principios, el presidente López Obrador ha optado, por lo primero, y, en consecuencia, con apoyar a quienes considera sus aliados para gobernar: los arribistas. Ahora, le representa más ganancia política conseguir sus fines, sin importar los medios.

A los morenistas viejos les falta oficio político. Ya lo demostró Pablo Amílcar. Y les sobra soberbia.

Por ello, no es extraño que ahora López Obrador le entre a la pugna electoral, toda vez que le interesa ganar la gubernatura de Guerrero y las diputaciones locales y federales, más que los ayuntamientos. Seguro que ese triunfo es importante para la estabilidad de su gobierno y para la concreción de su proyecto, lo que implica tener mayoría en todos los congresos del país. Por ello aceptó la candidatura de Salgado Macedonio, propuesta por Monreal, presidente del Senado.

Lo inaudito es que para defender esa opción suya, pragmática y correcta, tenga que interferir en el proceso, desdiciéndose de su promesa y, lo que es más, tenga que mentir.

Después de mucho asegurar que no intervendría y que debería ser la autoridad judicial quien juzgara y resolviera el caso, resguardando su derecho a la presunción de inocencia, el presidente pasó a defender la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero, acusando a la oposición de lincharlo por intereses políticos.

Pero, después, el presidente López Obrador aseguró que el pueblo de Guerrero había electo como candidato a Salgado Macedonio, lo cual constituye una mentira, porque el método utilizado para nombrarlo no consistió en consultar al pueblo, ni siquiera a la ciudadanía, sino a un porcentaje de la población, una muestra, según la metodología utilizada en la encuesta que el Morena mandó a aplicar para tal efecto, en el caso de que ésta se hubiese llevado a cabo.

Hasta ahora, la dirigencia nacional del Morena no ha mostrado la encuesta, al grado que se ha especulado mucho sobre su inexistencia. Lo cierto es que la candidatura de Félix Salgado se afianzó después de que éste amenazara desde Tlapa, a mediados de diciembre del año pasado: «¡Si no soy yo, les voy a armar un desmadre!».

 

 

¿Machismo en Guerrero? ¡No, qué va!

 

Y ya, hablando en cobre, siendo serios y, en congruencia con el tema, pregunto, y no se tome a retórica: A mí no me gustaría que me la arrepegara el Toro. (Yo creo que ya ni paraguas, con esa pastilla azul). ¿Y a usté, lector-en-leyendo? (Donde dice el Toro, debe leerse el Buey. O: el Macho).

Imagínese usté, lector machín, una arrepegada del Macho. Sin intenciones electoreras, pues, nomás pa’ sentir el rigor del arma. ¿Se anima? Digo, pa’ comenzar a elaborar la lista. ¡No se admiten mujeres!

No estamos para llorar. Así somos en Guerrero.

En mi juventud (treinta años antes), un día, a casa de mi madre fue de visita un primo hermano que hacía años que nos visitaba, y que tenía la muy extendida costumbre de tentar a la primitas, tal cual una de ellas había contado a su madre. (Nuestros usos y costumbres, pues). Le comenté a mi madre del asunto, de cómo su sobrino (treintañero como yo) mantenía la bonita tradición de abusar sexualmente de las niñas (y, si es prima, se le arrima, claro está), y mi madre se indignó como si a ella misma la hubiese tentado. Pero le ofreció cama para quedarse a dormir en su casa.

Así somos en Guerrero. Al fin y al cabo, él es hombre.

¡Viva Guerrero, cochos de Las Querendas!

No me estoy riendo, estoy llorando, cochos.

¡Ay, qué bonito es el desmadre, Señor Senador con Licencia!

Por cierto, ¿alguien tiene un ejemplar de su programa de trabajo como candidato a gobernar Guerrero? ¡Móchese con una copia, o le aplico un violín ipsofactamente y en calidad de aquí no ha pasado nada/ que siga la fiesta!

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Guerrero: Elecciones, politica y analfabetismo

Humberto Santos Bautista

La izquierda (...) tiene una urgente necesidad de ideas nuevas y nuevos enfoques. Quiero proponer que una fuente de ideas nuevas capaces de revitalizar la izquierda es una aproximación al comportamiento social, político y económico de los seres humanos firmemente basada en una interpretación moderna de la naturaleza humana. Ha llegado el momento de que la izquierda se tome en serio el hecho de que somos animales que evolucionamos y de que llevamos el sello de nuestra herencia, no solo en la anatomía y en el ADN, sino también en nuestro comportamiento.
Peter Singer Una izquierda darwiniana

En Guerrero, el problema de la pobreza y la desigualdad es una realidad que ya no cabe en la demagogia política de la partidocracia cada vez más pervertida que se disputa el poder. La narrativa del discurso político y de la partidocracia en su conjunto es cada vez más pobre y carente de alternativas frente a los grandes problemas ancestrales de la sociedad guerrerense. En el contexto de la pandemia, el proceso electoral se hace visible más por la estridencia de quiénes buscan acceder al poder, que por las propuestas que se supone que los diferenciaría de sus adversarios y les daría una identidad propia conforme al partido que representan. Lo cierto es que desde hace mucho, la política quedó subordinada casi por completo a los intereses económicos, lo cual ha propiciado que los políticos de los diferentes partidos que han gobernado al país y al estado, hayan contribuido a crear más pobres, porque solo han sido simples administradores del mismo proyecto neoliberal en los últimos cuarenta años, por su incapacidad de crear un proyecto propio. En el esquema de la democracia neoliberal, los pobres y su pobreza quedaron reducidos a ser una mercancía más en el mercado electoral, y su voto dejó de ser significativo, porque votaran por quien votaran, sus condiciones de vida no iban a cambiar, toda vez que solo tendrían un papel relevante como consumidores, pero no como ciudadanos. En esencia, la brutal desigualdad que hoy caracteriza a nuestras sociedades modernas es la mejor evidencia del fracaso del modelo democrático neoliberal que ha hegemonizado el debate público como la mejor forma de organización social: «En un mundo donde las 400 personas más ricas disponen conjuntamente de la mayor riqueza neta que el 45 por 100 que menos tiene de la población mundial –unos 2,300 millones– y que más de mil millones de personas viven con menos de 1 dólar estadounidense al día, esa ley proporciona sobrados argumentos para instarnos a trabajar por una distribución más igualitaria de los recursos» (Peter Singer, Una izquierda darwiniana). Por todo eso, quizá ha llegado el tiempo de empezar a preguntarnos algunas cuestiones de sentido común: ¿Qué clase de democracia es ésta que se sustenta en niveles de desigualdad intolerables? ¿Para qué sirve la democracia si no va a moderar la opulencia y la indigencia? ¿Con qué calidad moral piden el voto ciudadano los políticos que se presentan como candidatos los diferentes partidos políticos, si no tienen ninguna alternativa para atenuar estas desigualdades? Si los partidos de derecha han sido señalados como los principales responsables de propiciar esta desigualdad, la gran pregunta sería cómo es que la izquierda también se subió al tren del neoliberalismo que la llevó a perder la identidad, en aras de un pragmatismo ciego centrado solo en obtener los espacios de poder, y se olvidó de las ideas que le daban sustancia a un proyecto de izquierda, olvidando las causas que le dieron origen. ¿La izquierda también se estrelló frente a una realidad cada vez más compleja y se olvidó de su legado pedagógico que sostuvo por mucho tiempo, en el sentido de que la prioridad eran los pobres? En las circunstancias actuales, quizá sea pertinente repensar estas cosas para entender que las grandes transformaciones la hacen los pueblos y las grandes masas de trabajadores, y no las vanguardias por más ilustradas que éstas sean, y que para entender el contexto actual, caracterizado por una especie de analfabetismo político funcional de una clase política decadente que pareciera cada vez más incapaz de entender la complejidad del mundo en que vive, quizá tenga vigencia y valor pedagógica hacer una crítica profunda a una serie de valores olvidados de lo que ahora se denomina como izquierda, considerando que un dirigente político que se reivindique como tal, tendrá más autoridad moral si es capaz de entender que los complejos problemas actuales no tienen cabida en la ortodoxia político-ideológica que formalmente defiende el partido que representa, por ejemplo, cuando habla de la pobreza y de la desigualdad, ¿Cómo se pretende atender los problemas de los pobres si no hay un compromiso serio con sus sufrimientos y sus luchas? No es lo mismo hablar de la pobreza desde la dirección de un partido o desde un espacio de poder, que vivir y mirar la pobreza de cerca y confirmar que esa realidad cotidiana no cambia. Solo de esa forma se aprende a dialogar con la gente y se pueden impulsar los cambios que se aspira alcanzar, y el proceso de transformación social se vuelve una tarea compartida, porque se empieza por entender el lenguaje del pueblo. Ése sería el principio para suscribir un nuevo pacto social para hacer menos desiguales a los desiguales, compartiendo un proyecto incluyente en el que todos tengamos cabida, porque solo entonces se podrán romper las barreras que separan a la clase política de la gente y habría un cambio en la relación política, porque se entendería como un compromiso ético, lo cual es necesario para poder trascender la desigualdad.

Guerrero es un pueblo con historia, que ha dado pruebas de dignidad, y a pesar de todo no hemos tenido un gobierno a la altura de esa dignidad y hemos padecido una clase política decadente y corrupta, porque toda esa historia de lucha es rápidamente olvidada por quienes llegan a ocupar cargos de elección popular, traicionando los principios que ofrecieron defender a su militancia, cancelando con ello las posibilidades de que la izquierda sea verdaderamente una opción democrática. ¿De qué sirve ganar las elecciones si no se tiene capacidad de gobernar con proyecto propio? La experiencia reciente demuestra que las victorias electorales solo sirven para que a la elite del partido pase a formar parte de la burocracia gubernamental.

Para iniciar un proceso de cambio se necesita cambiar este tipo de actitudes e iniciar un proceso de profunda revisión y reforma de la línea política, si se quiere ofrecer a la ciudadanía una opción real de poder que beneficie al pueblo, a los militantes de base, que son los proveedores de votos, los que siempre son llamados para hacer las campañas electorales, pero una vez que termina el proceso electoral se les margina y vuelven al anonimato, en contra de todo principio ético y moral.

En el marco del actual proceso electoral, una opción que se reivindique de izquierda, tendrá que reivindicar también los valores que en otros tiempos le daban identidad: la congruencia, la honestidad y, sobre todo, la voluntad de transformar las condiciones de vida de la la mayoría de la gente que vive en la pobreza extrema, porque no se pueden seguir tolerando que las desigualdades que comprometen el destino de las generaciones venideras. Solo el compromiso auténtico de luchar por lograr una vida digna para todos, le puede devolver a la izquierda la identidad que en otros tiempos tuvo y que extravió en el camino por la ambición de poder. Solo un proyecto de esta magnitud le permitiría ganar, no solo la elección, sino también el poder y, entonces sí, hacer historia al realizar las esperanzas tantas veces pospuestas de todo un pueblo que ha luchado por tener un destino mejor. Solo entonces Guerrero tendrá destino.

Si no es así, eso que se autodenomina izquierda podrá ganar la elección, pero seguirá reproduciendo la pobreza, porque sin proyecto se seguirá empobreciendo al pueblo de Guerrero, sin capacidad de nombrar los problemas emergentes y empobreciendo el lenguaje de la política, porque un lenguaje pobre es la expresión de un pensamiento pobre.

Y ése es, en esencia, el problema de Guerrero, tener una clase política, de todos los partidos, que no piensa.

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Saltó al tema toral, el Presidente

Zacarías Cervantes

La semana pasada, tres días consecutivos el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, defendió al candidato de Morena a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio. Lo hizo desde la conferencia de prensa matutina; es decir, desde su investidura presidencial.

El miércoles, López Obrador reiteró que «el pueblo ya decidió» en una encuesta a favor del senador con licencia; que las acusaciones son «por la temporada electoral» y que parecen instigadas por algún «politiquero» que buscaba la candidatura de Morena porque «ya le tocaba».

Pero planteó que la autoridad no puede actuar basada en una «campaña mediática» y que si se cometió un delito «hay instancias legales» donde se tiene que denunciar y buscar que se castigue, pero cuidando que «no se utilicen estos casos con propósitos políticos electorales o politiqueros».

Según el presidente, ahora es la gente la que decide. «Si se hacen encuestas y la gente dice: “Estoy de acuerdo con esta compañera, con este compañero”, yo pienso que se debe de respetar, porque la política es asunto de todos, no de las élites», argumentó en defensa del candidato de su partido.

Agregó: «El pueblo de Guerrero, como el pueblo de México, no es menor de edad, sabe muy bien una cosa y sabe la otra, sabe lo que conviene y sabe lo que no conviene. Eso hay que tomarlo en consideración».

Con respecto a las denuncias por violación sexual que hay en contra de Salgado Macedonio, dijo que hay instancias legales. «Si alguien comete un delito, pues en las instancias correspondientes se tiene que denunciar y buscar que se castigue», atajó.

Al día siguiente, el jueves, el presidente López Obrador respondió que «ya chole» con los ataques de campañas promovidas, luego de que activistas, escritoras, investigadoras y actrices le exigieron romper el «pacto de machismo», al mantener a Félix Salgado Macedonio.

Insistió en que el pueblo decidió su candidatura, se quejó que hay medios de comunicación que hacen campaña contra su gobierno, e indicó que la autoridad no puede actuar basada en una «campaña mediática».

Un día antes, activistas, escritoras e investigadoras exigieron a López Obrador romper «el pacto de machismo», al mantener a Salgado Macedonio a pesar de las acusaciones en su contra por abuso sexual. Durante la conferencia de prensa en el llamado Palacio Nacional, le preguntaron a López Obrador su respuesta a esa campaña en la que le piden que se rompa el pacto patriarcal, porque consideran que con sus declaraciones protege a Salgado Macedonio.

Respondió que respeta esa posición, pero que «esto corresponde al pueblo de Guerrero y corresponde a las autoridades competentes».

El viernes, los reporteros volvieron a preguntar sobre el tema y López Obrador dijo que hay una «campaña de linchamiento» contra el candidato a gobernador de Guerrero, a la que ya lo están «uniendo».

«Sí, estoy pendiente, porque es muy notorio: con el caso de Félix Salgado Macedonio ya me están uniendo. Hay una campaña de linchamiento, retomando al clásico; una lanzada en todos los programas de radio, en la prensa, en contra de Félix Salgado Macedonio», dijo.

López Obrador agregó que esta campaña tiene que ver con los partidos políticos «y yo lo que planteo es que hay que preguntarle al pueblo de Guerrero, a las mujeres y a los hombres de Guerrero, al pueblo de Guerrero».

El presidente preguntó: «¿Por qué ahora esta campaña… de parte de quién?».

Agregó que los de la oposición ya tienen de bandera el caso. «Ni un voto al otro partido, que no puedo mencionar. Hay mucha politiquería», se quejó por tercer día consecutivo.

Deseó que el asunto «se vaya resolviendo en los mejores términos».

Agregó que los que antes pensaban que el pueblo no existía «se quedaron en el almanaque», y que «no entendieron que ya hay un cambio y el pueblo es ahora el actor principal de la vida pública de México, no es un convidado de piedra, ya no funciona, no sirve lo del llamado círculo rojo», aseguró.

El presidente añadió que es la causa de que «cada vez estén más enojados los de los medios de comunicación».

El mismo viernes, como parte de esta «campaña de linchamiento», como la llamó López Obrador, representantes del partido Movimiento Ciudadano solicitaron a la Cámara de Diputados juicio político contra el candidato a gobernador de Guerrero Salgado Macedonio, por los señalamientos de violación en su contra.

En la explanada del recinto legislativo de San Lázaro, se manifestaron mayoritariamente mujeres con pancartas que decían: «Diputados, rompan el pacto», pidieron juicio político contra el morenista y gritaron: «Félix Salgado sin fuero y al juzgado».

Rechazaron a «un violador como gobernador».

En su comunicado, el partido Movimiento Ciudadano manifestó: «Que quede claro, esto no es un tema electoral ni de campaña, sino de justicia y de derecho; Félix Salgado Macedonio no solamente no puede ser gobernador, ni siquiera candidato y mucho menos protegido, pues un violador no puede ocupar ese lugar».

El juicio político, de acuerdo a la ley, es el mecanismo para fincar responsabilidad política y sancionar con destitución o inhabilitación a diputados senadores,  ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consejeros de la Judicatura Federal, los secretarios de Despacho, entre otros.

El presidente Obrador, tiene razón: el caso Félix Salgado se trata de una cuestión de partidos y, en consecuencia, de la competencia electoral. El problema es que los adversarios de Salgado Macedonio tienen materia y elementos que están aprovechando muy bien.

La conducta (al menos la del pasado) de Salgado Macedonio no ha sido propia de quienes deben representar cargos públicos, cuando se está hablando de un cambio no solo en cuanto a honestidad, sino moral y éticamente.

Suponiendo que las demandas en contra del político morenista no son legítimas o genuinas, al menos el trato, las opiniones y expresiones de Salgado Macedonio hacia las mujeres son cuestionables. Han sido públicas y son muchos los testimonios contra quien quiere gobernar un estado con demasiada violencia de género como Guerrero.

El presidente se pregunta qué hay detrás de la campaña contra Félix Salgado. Pues el poder que se están disputando por la vía electoral, de la que él mismo ya tomó partido y por ello sus adversarios ya lo están «uniendo», como se quejó el viernes.

En esta pugna, los más aguerridos y que al final podrían salir perdiendo porque ya están muy caldeados los ánimos, son los paleros de ambos lados; es decir chairos y fifís –conforme al lenguaje presidencial– confrontados y alentados peligrosamente por el mismo presidente López Obrador, al involucrarlos en una pelea estéril.

Al final, estas élites que ahora están confrontadas se pondrán de acuerdo y decidirán: éste es el candidato y éste va a ganar, y punto. En tanto que abajo, los rencores perdurarán más allá de la elección.

Ya para el fin de semana pasado, eran miles los que mediante las redes sociales y grupos de WhatsApp, a diario se reivindicaban y argumentaban su postura de uno o del otro lado, como si pertenecer a alguno de los bandos les hiciera mejores, cuando nadie debería estar contento con lo que está pasando, puesto que se están dejando de lado los graves problemas que vive la entidad.

En tanto, a quien únicamente beneficia o beneficiará la actual disputa es a la cúpula de la clase política, independientemente de partidos.

También es criticable que el propio presidente haya tomado partido. Si antes era cuestionable que un gobernante utilizara los recursos públicos y desde el poder se inclinara por tal o cual candidato o partido, hoy es peor porque se supone que hay un cambio.

En estas circunstancias, no debería parecerle extraño al presidente que sus adversarios ya la hayan «unido» a la campaña contra Félix, puesto que un día y el otro también sale a defenderlo.

Se supone que las prácticas políticas ahora debieran ser diferentes; y no lo son. Por eso los adversarios del presidente y de Félix Salgado encuentran tierra fértil para los cuestionamientos en su contra.

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Una nueva era sobrevendrá a la pandemia de Covid-19

José Francisco García González

Tal como ocurre ahora con la pandemia de Covid-19, que empezó a propagarse por todo el mundo a finales de 2019, en los años de 1347 a 1353 se padeció la llamada Peste Negra o Muerte Negra, la pandemia más devastadora en la historia de la humanidad, que afectó a Eurasia en el siglo XIV.

En el ocaso de La Edad Media, por esa peste se perdió alrededor del 30% de la población de Europa (veinte millones de habitantes), y en Asia y África murieron unos sesenta millones de personas. Quedaron áreas despobladas y abandonadas. Los movimientos demográficos se intensificaron en todo el territorio afectado.

Aunque las condiciones actuales distan mucho de las imperantes en aquella época, las características de la pandemia tienen gran semejanza en la forma cómo suceden los contagios: se propagan con más facilidad en las zonas urbanas. En ese entonces, la gente huía de las ciudades para escapar de la peste. Otros se encerraban en sus casas para no contagiarse. La peste desapareció hasta el siglo XIV, pero mientras se mantuvo provocó un éxodo masivo al campo, que dejó desiertas las ciudades, las cuales fueron vistas como auténticos campos de la muerte. La ciudad se convirtió en sinónimo de podredumbre, muerte, suciedad, malos olores, tristeza y llanto. La epidemia también golpeó en el campo, pero en una escala mucho menor. La medicina no estaba preparada para enfrentar el reto de la magnitud en que se presentó de manera inesperada. Una de las características de El Renacimiento, y posteriormente de la modernidad, es el giro de la mirada del hombre hacia la naturaleza. Intuían que respirar aire puro, era mejor que seguir respirando la fetidez del aire por las miasmas. El empezar, la cantidad de muertes no fue algo que alarmara; después, la mortalidad se elevó mucho más y alcanzó un promedio de cinco mil personas al día; incluso, llegó un momento que fueron diez mil diarias o más. El pánico que esto generó quedó retratado en en diferentes textos, como el del cronista florentino que cuenta: «Todos los ciudadanos hacían poco más que cargar cadáveres para que fueran enterrados (…). En cada iglesia cavaban profundas fosas hasta la napa de agua; y así, aquellos que eran pobres y morían durante la noche, eran recogidos rápidamente y arrojados a la fosa. Por la mañana, cuando un gran número de cuerpos se hallaba en la fosa, tomaban un poco de tierra y la echaban con palas sobre ellos; más tarde otros cadáveres eran depositados sobre ellos y entonces ponían otra capa de tierra, tal como uno hace lasaña con capas de pasta y queso».

Si bien en estos tiempos todavía no estamos en un estado de horror, quizá falte poco para que las cosas empeoren si los resultados de la vacuna no generan los resultados esperados. Sin caer en pesimismos, lo recomendable es tomar muy en serio las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Un dato curiosos es que en las últimas semanas han sido contagiados y fallecido cuando menos tres párrocos en esta zona. En tiempos de La Peste Negra, tradicionalmente, la Iglesia se había encargado de auxiliar a los enfermos. De hecho, la teología era parte integral de la formación del médico medieval. Dios era omnipresente en la vida de aquellas gentes. El caso es que la Iglesia pronto se mostró inútil, en primer lugar, y cruel, en segundo lugar. Se mostró inútil porque ni frailes, ni monjas ni galenos con formación teológica eran capaces de hacer nada por la enfermedad causada por el virus Yersinia pestis, una bacteria zoonótica que suele encontrarse en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan. Y más tarde se mostró cruel con sus fieles, porque los sacerdotes y las monjas, salvo en contadas excepciones, se negaron a asistir espiritualmente a la gente, por miedo al contagio. Un franciscano siciliano de la época dijo: «ni siquiera los sacerdotes quieren acudir a escuchar confesión». Quizá por ello, el obispo de Inglaterra permitió a los laicos darse la confesión unos a otros. Y para los que morían solos sin recibir la extremaunción dijo que la fe bastaría. El instinto de supervivencia y la soledad literal del individuo. Con el desplazamiento de Dios que suponen los anteriores puntos, llegó aparejado el nacimiento de la individualidad, marcada por el instinto de supervivencia: fue común el abandono de los enfermos por parte de las personas sanas, sin importar los vínculos existentes entre ellos. Solo importaba salvarse a uno mismo. Igualmente, muchas personas perdieron a todos sus familiares, bien a causa de la enfermedad, a causa del pillaje que se extendió o por abandono. Dos testimonios se pueden citar al respecto: por un lado, uno que da cuenta de cómo fue generalizado el hecho de que cada cual pensó en salvarse a sí mismo por encima de todo lo demás. Así, Agnolo di Tura, un cronista de Siena, dice:

«El padre abandona al hijo, la mujer al marido, un hermano a otro, porque esta plaga parecía comunicarse con el aliento y la vista. Y así morían. Y no se podía encontrar a nadie que enterrase a los muertos ni por amistad ni por dinero».

Casualmente, mientras estas ideas solo florecían en las mentes de los intelectuales, La Peste Negra causó el fenómeno sociológico que convertiría esto en una característica definitoria de la cultura posterior. El surgimiento del Renacimiento dejaba atrás esa etapa oscura de muerte, para dar paso a una era de actividad creadora en la pintura, escultura, la música, arquitectura.

Las consecuencias por la pandemia también se hicieron notar a nivel económico y social: la mano de obra disminuyó en gran medida; por otra parte, durante los momentos más virulentos de la epidemia, las gentes se abandonaron, dejando de cultivar los campos y de cuidar el ganado. En las ciudades los artesanos hicieron igual, así como clérigos, funcionarios, soldados y trabajadores de otros oficios.

Sin embargo, la escasez de mano de obra, a causa de la gran mortandad, tuvo una repercusión sin igual. Aparte de las revueltas en varias ciudades, entre 1348 y 1351, en demanda de una disminución de la jornada laboral y un aumento de los salarios, una buena cantidad de tierras y casas quedaron sin dueño. Se dio una movilidad social impensable en épocas precedentes. Herencias, apropiación de propiedades sin dueño, matrimonios de conveniencia y tutores legales que disponían de las herencias de mujeres e infantes, dieron a luz a una burguesía egoísta, usurpadora, oportunista y cruel, sobre cuyas espaldas se fraguó el orden social posterior, el cual supuso el fin de la sociedad feudal.

Por otra parte, la misma escasez de mano de obra provocó un interés por la técnica y por la ingeniería: se requerían procedimientos y máquinas que ocuparan el lugar de la mano de obra escasa a causa de la enfermedad y que tardaría en recuperarse, teniendo en cuenta que hasta el siglo XVII hubo sucesivos brotes de peste, especialmente durante los primeros sesenta años desde la epidemia de 1347. Así, aparece el xilógrafo, una técnica de impresión con plancha de madera, precedente de la imprenta, que podía producir libros en sustitución de la escasez de copistas. El arcabuz, un arma que podía portar un solo hombre. Las carabelas, embarcaciones que no necesitan remeros. Y otros inventos que vinieron a facilitar la vida de los sobrevivientes a la peste.

La Muerte Negra habría llegado a Europa a través de Italia, por cuyas ciudades se extendió al resto de Europa. Por otra parte también fue en Italia en donde surge el Renacimiento, en Florencia principalmente, ciudad que, tal y como relata Boccaccio, sufrió especialmente la epidemia. Así sucedió con la pandemia del Covid: Italia fue uno de los países más golpeado, al igual que España, en el continente Europeo. No obstante, este movimiento cultural también surgió en otras ciudades europeas, sobre todo si tenemos en cuenta que La Peste Negra azotó por igual a las ciudades en las que posteriormente surgió dicho movimiento cultural. Las reacciones de las gentes y su comportamiento durante la epidemia fueron muy similares en todas las ciudades a las que ésta azotó.

Desde esta perspectiva, no es de extrañar que el Renacimiento cuajara tan bien en las gentes que habían padecido la epidemia dentro y fuera de Italia. Tan es así, que sin estos fundamentos sociológicos e impersonales, dicho movimiento cultural no hubiera tenido lugar; y se extendió mediante la impresión de libros a otras partes del mundo. He ahí la importancia que tuvieron los inventos de ese entonces.

Quizá al salir de este túnel, la humanidad cambie la mentalidad para actuar con más fraternidad y esa ambición desmedida de los capitalistas que sienten ser los dueños del mundo disminuya para que éstos actúen con menos egoísmo respecto a la propia naturaleza. Nadie debe de dar por hecho que es superior. A escala global, la vulnerabilidad de la raza humana cada vez se hace más evidente; y a pesar de los avances en la ciencia médica se ha dificultado detener el avance de esta pandemia.

La esperanza le llegó a la humanidad con la generación de las vacunas. En México, hay un presidente demócrata de ideas humanistas que combate frontalmente los actos de corrupción muy arraigados en los que manejan los dineros públicos, que ha hecho su tarea al gestionar, desde un principio, la dotación de vacunas para aplicarse de manera universal y gratuita a los mexicanos.

Ésa es la única esperanza para contener el avance de la pandemia y evitar que se llegue a un estado crítico de mortandad masiva cómo sucedió en La Edad Media y más recientemente el azote de la gripe española de 1918 y 1919, que se extendió a gran velocidad por todo el mundo y en solo dieciocho meses infectó a un tercio de la población mundial.

La pandemia de influenza de 1918 fue la pandemia más grave de la historia reciente. Fue causada por el virus H1N1 con genes de origen aviar. Si bien no hay un consenso universal respecto de dónde se originó el virus, éste se propagó en todo el mundo.

El deterioro de las condiciones de vida en la tierra producto de los cambios climáticos, está dando la razón a las mentes catastróficas del fin de la humanidad. Por eso es que se debe transitar a una nueva era, tal como sucedió al salir de La Peste Negra, con el comienzo del Renacimiento. Es preciso que la humanidad reencause su connivencia en sociedad.

Se ha insistido en este espacio, que si bien es cierto que la depuración de la población ha sido por guerras, desastres naturales y hasta por las mismas pandemias, también es cierto que lo único valioso que se tiene es preservar la vida. Las cosas materiales solo sirven para aligerar la existencia, pero al momento del último respiro, esas cosas dejan de tener sentido. Muchas historias se están escribiendo en torno a esta enfermedad del siglo XXI, de las cuales se deben de sacar lecciones para no caer en errores del pasado. Por ejemplo, el historiador Walter Scheidel sostiene que las oleadas de la enfermedad después del estallido inicial de La Peste Negra tuvieron un efecto nivelador que cambió la proporción de tierra a mano de obra, reduciendo el valor de la tierra e incrementando el valor de la mano de obra. Con ello se redujo la desigualdad económica, al hacer que los sin tierra lograran obtenerla. Disminuyeron los nobles terratenientes, muchos, al morir a causa de la peste; otros tantos, porque las abandonaron para refugiarse en otros lugares, huyendo de la fetidez de la mortandad. Por eso los médicos de La Peste llenaban las máscaras con triaca que parecían picos de aves, una confección farmacéutica de más de cincuenta y cinco hierbas y otros componentes como carne de víbora en polvo, canela, mirra y miel. Las crónicas de esos tiempos narran cómo se apartaban de sus lujosos palacios para encontrar alivio y mayor tranquilidad. Existe un libro de ilustraciones del siglo XIV, La danza de la muerte, de Hans Holbein, que muestra lo sucedido en esa época en Europa principalmente, y cómo la muerte les arrebataba la felicidad y sus grandes riquezas, que al final no les servía para nada.

Un fragmento de esa obra ilustra una situación de aquella épocaa a la cual aún no se llega en esta pandemia del coronavirus, de huir sin rumbo fijo.

«Vayamos a residir honradamente en las quintas campesinas que todas poseemos en abundancia, para entregarnos allí a todas las fiestas, regocijos y placeres de que podamos gozar sin traspasar los límites de la razón (…) Todo ello es allí harto más hermoso de ver que los muros desiertos de nuestra ciudad. Además, es el aire más fresco, y hay mayor plétora de las cosas que en estos tiempos se necesitan, y menor es el número de las tribulaciones. Por lo cual, aunque mueran los labradores como acá los ciudadanos, no es tanto el enojo como en la ciudad, por ser más escasos los edificios y los habitantes».

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La dura tarea de preservar las lenguas maternas

[Primera de dos partes]

Guillermo Álvarez Nicanor

Llegamos a comer a las Las medias, una fonda de Chilpancingoque, conocida así porque en los años ochenta y noventa del siglo pasado, allí se podía pedir la mitad de una comida, por casi la mitad del precio normal. Para la mayoría de los estudiantes pobres que llegaban de otras regiones a estudiar a la capital guerrerense, ese comedero era la mejor opción. Nos atiende una jovencita muy activa, de unos dieciséis años. A la hora de pedir la cuenta, ella responde: «Son dosciento pesos». Le pregunto si es mixteca. Tras un instante de duda, responde que sí. Es muy común que un indígena niegue que lo sea y que hable una lengua distinta al español. A lo más que llegan algunos, es a decir que lo entienden, pero que sus padres sí lo hablan.

Los indígenas nos delatamos por la dificultad con que pronunciamos las frases en español o por nuestra fisonomía. Cometemos varios errores y, casi siempre, nuestro interlocutor se da cuenta de nuestro origen.

Nuestras lenguas indígenas, además de ser un medio de comunicación, también son sistemas de conocimientos amplios y complejos que se han construido a lo largo de miles de años; son nuestra identidad, la conservación de nuestras culturas, nuestras concepciones e ideas y expresión de la libre determinación. Cuando las lenguas indígenas están amenazadas, los pueblos indígenas también lo están.

Con la proclamación de 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas, la comunidad internacional busca protegerlas. En ese contexto, la Asamblea General de la ONU afirmó que la protección de las lenguas indígenas implica preservar y promover la cultura de respeto al medioambiente de los pueblos que las hablan, una condición indispensable para el desarrollo sostenible. En ese mismo evento, Ecuador propuso extender la iniciativa a una década, para garantizar la supervivencia de los idiomas amenazados.

 

 

Lenguas indígenas en el mundo

 

Datos del Banco Mundial indican que en el mundo hay aproximadamente 476 millones de indígenas en más de 90 países. Si bien constituyen más del 6% de la población mundial, representan alrededor del 15% de las personas que viven en pobreza extrema.

Somos grupos sociales y culturales distintos que compartimos vínculos ancestrales colectivos con la tierra y con los recursos naturales donde vivimos, ocupamos o desde los cuales hemos sido desplazados. La tierra en la que vivimos y los recursos naturales de los que dependemos están inextricablemente vinculados a nuestra identidad, cultura y medios de subsistencia, así como también a nuestro bienestar físico y espiritual.

Según el Foro Permanente para las cuestiones indígenas, en la actualidad solo 3% de la población mundial habla el 96% de las casi 6700 lenguas que hay en el mundo. Aunque los pueblos indígenas somos menos del 6% de la población mundial, hablamos más de 4000 lenguas. Más de la mitad de las lenguas del mundo se habrán extinguido para el año 2100; Según otros cálculos, hasta 95% de las lenguas que hay en el mundo podrían haberse extinguido o verse gravemente amenazadas a finales de este siglo. La mayoría de las lenguas amenazadas son lenguas indígenas. Se estima que una lengua indígena muere cada dos semanas.

La UNESCO le da importancia a la diversidad cultural y lingüística para las sociedades sostenibles. En el marco de su mandato en pro de la paz, trabaja para preservar las diferencias de culturas e idiomas que fomentan la tolerancia y el respeto de los demás.

La invasión europea dio lugar a la desaparición de nuestros pueblos, nuestras culturas y nuestras lenguas. Como resultado de las políticas de exterminio, del despojo de tierras y de las leyes y medidas discriminatorias, las lenguas indígenas de todas las regiones se encuentran en peligro de extinción. La UNESCO afirma que mensualmente se pierde dos lenguas. Esta situación se ve agravada por la globalización y por el aumento de un reducido número de lenguas culturalmente dominantes. Los padres estamos dejando de transmitir cada vez más nuestras lenguas a los hijos.

La UNESCO acordó celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna, con el afán de rescatar y fortalecer las lenguas indígenas. Fue una iniciativa de Bangladesh que se aprobó en la Conferencia General de la UNESCO de 1999 y, se ha observado en todo el mundo desde el año 2000.

El organismo fue coordinador del Año Internacional de las Lenguas Indígenas en 2019, año en que se celebraron varios eventos en todo el mundo. El Atlas Sociolingüístico de Pueblos Indígenas en América Latina, el cual registra que la población indígena en la zona, es aproximadamente 27.5 millones; en México habitarían más de la tercera parte de la población indígena de América Latina; siendo México, el tercer país más diverso en pueblos indígenas, después de Brasil y Colombia.

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas declaró al 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas, y lo inauguró la UNESCO el 28 de enero. Sus organizadores establecieron que «Las lenguas indígenas son importantes para el desarrollo y consolidación de la paz y la reconciliación»; así mismo, señalaron que «es imperioso crear conciencia y generar una labor mundial orquestada para proteger, promover y revitalizar las lenguas, y trabajar por la supervivencia de los pueblos indígenas».

Así mismo, la ONU afirmó que se promoverían la inclusión de las lenguas indígenas, y por ende de sus habitantes, en los programas nacionales de alfabetización, reducción de la pobreza y cooperación internacional. Explicaron que las lenguas indígenas se pierden como respuesta a la asimilación, la reubicación forzada, la migración económica, el analfabetismo, la pobreza, la exclusión, la discriminación y las violaciones de derechos humanos.

La programación del Año Internacional fue muy amplia: constó de eventos culturales, como conciertos, exposiciones, obras de teatro; eventos académicos como simposios, seminarios y entrenamiento para el fortalecimiento de capacidades; y de conferencias en diversos niveles como son de expertos, de ONG y de representantes internacionales.

Por información de la UNESCO, en muchos casos, los pueblos indígenas estamos logrando revitalizar y fomentar nuestras lenguas mediante nuestras propias iniciativas: organización de comités de lenguas, escritura e impresión de libros en nuestros propios idiomas.

El tema del Día Internacional de la lengua materna 2021 / Fomentar el multilingüismo para la inclusión en la educación y la sociedad reconoce que las lenguas y el multilingüismo pueden fomentar la inclusión y los objetivos del desarrollo sostenible; el multilingüismo para la inclusión en la educación y la sociedad, pues en el mundo, 40% de las personas no tienen acceso a la educación en su lengua, lo que dificulta tanto su aprendizaje como su acceso al patrimonio y a las expresiones culturales.

El 28 de febrero de 2020, en Ciudad de México, en la reunión de alto nivel Construyendo un Decenio de Acciones para las Lenguas Indígenas, convocada por la UNESCO, con la asistencia de más de 500 participantes de 50 países, se acordó celebrar el Decenio de las Lenguas Indígenas (2022-2032).

 

 

Lenguas indígenas en México

 

En Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registra en 2020 que la población de tres años y más hablante de alguna lengua indígena asciende a 7 364 645 personas, 6.1% de la población total. En proporción, este grupo de población disminuyó en relación con 2010 cuando conformaban 6.6% del total de la población, 6 913 362 habitantes, aunque incrementó en 451 mil personas.

Por otra parte, de acuerdo con la cultura, historia y tradiciones, 2 576 213 de personas se consideran afrodescendientes o afromexicanas y representan 2.0% de la población total. De ellos, 7.4% habla alguna lengua indígena.

La educación indígena fue establecida para desaparecernos y construir una nueva sociedad nacional; es por ello que uno de los objetivos relevantes fue castellanizar las escuelas, y con ello el español sería la única lengua para interactuar con el contexto nacional. Una especie de asesinato académico (Trujillo, 2021). Afortunadamente a la fecha ha fracasado.

El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas presentó en 2008 un catálogo en el que consigna once familias lingüísticas indoamericanas que tienen presencia con al menos una de las lenguas que la integran; 68 agrupaciones lingüísticas correspondientes a dichas familias; y 364 variantes lingüísticas pertenecientes al conjunto de agrupaciones.

 

 

En México, el rescate de todas las lenguas y sus respectivas culturas es una tarea enorme pero necesaria, ya que el número de hablantes de lenguas indígenas es de 7.4 millones (INEGI, 2021). De acuerdo a las recientes reformas a la Carta Magna, el Estado mexicano está obligado a incorporar en todos los planes y programas de estudio, las lenguas indígenas. El presidente de la República anunció la creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas, acuerdo que acaba de ser ratificado el día 21 de febrero de 2021 por el director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, en la celebración del Día Internacional de las Lenguas Indígenas.

En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, que se conmemora el 21 de febrero, este martes 16 de febrero, la Lotería Nacional y la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), llevaron a cabo, en formato virtual, la develación del billete del Sorteo Mayor número 3793, que lleva en su imagen una ejemplificación alusiva a este día.

En este contexto, el gobierno de México presentó el Programa Nacional de los Pueblos Indígenas 2018-2024 (PNPI). Al inicio del documento se lee la siguiente frase: «Daremos preferencia a los más humildes y a los olvidados, en especial a los Pueblos Indígenas de México». Y para establecer una relación nueva entre el Estado y nosotros, se crea el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y se nos reconoce el carácter de sujetos de derecho público. Las premisas fundamentales del programa son: «fortalecer los procesos de autonomía y formas de organización propias; consolidar sus formas de participación efectiva en el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas y programas de gobierno que les atañen y fomentar el aprovechamiento sostenible de sus tierras, territorios y recursos naturales, así como la distribución justa y equitativa de la riqueza, para combatir la lacerante pobreza y marginación en que se encuentran».

Las estrategias y líneas de acción para cada objetivo específico del Programa Nacional de los Pueblos indígenas, van dirigidas a cumplir con el objetivo general, que es el Desarrollo y Bienestar de los Pueblos Indígenas y Afro mexicano. Las acciones buscarán el Desarrollo de las Regiones, las que se establecerán de acuerdo a los 68 pueblos indígenas; el gobierno implementará un número de acciones considerable para recuperar y preservar las lenguas y la cultura indígenas; con las líneas de acción: 1. «Realizar la traducción a diversas lenguas indígenas de los derechos de los pueblos y difundirlos a través de campañas nacionales en medios de comunicación»; 2. «Participar en los procesos de formación y certificación de traductores e intérpretes en lenguas indígenas»; 3. «Crear un fondo de traductores e intérpretes que atiendan los requerimientos que formulen autoridades administrativas o jurisdiccionales»; 4. «Consolidar el Padrón Nacional de Traductores e Intérpretes en lenguas indígenas». 5. «Fortalecer las lenguas indígenas en la niñez y juventud con acciones institucionales y programas educativos»; 6. «Promover la obligatoriedad del empleo y difusión de las lenguas indígenas en espacios institucionales y en medios de comunicación»; 7. «Suscribir convenios de colaboración con Instituciones Académicas y de Investigación nacionales e internacionales, para realizar estudios sobre las culturas, lenguas e identidades de los Pueblos Indígenas y Afro mexicano».

 

 

Lenguas indígenas en el estado de Guerrero.

 

En nuestra entidad surian, de acuerdo al censo general de población realizado por INEGI en 2020, se encuentra que radican 515 487 personas indígenas: 133 475 son tlapanecos; 49 400, amuzgos; 149 600, mixtecos y 180 628, nahuas; 111 372 personas son monolingües; 12 habitantes, hablan otras lenguas de América; en total se hablan 45 lenguas indígenas.

Las lenguas que se hablan en territorio estatal con población que puede ser migrante, por la cantidad reducida de personas, son: Akateco, 2; Ch´ol, 38; Chatino, 48; Chichimeco Jonaz, 2; ,Chinanteco, 44; Chocholteco, 1; Chontal insuficientemente especificado, 8; Cora, 5; Cuicateco, 4; Huasteco, 20; Huave, 11; Huichol, 14; K’iche’, 3; Kaqchikel, 1; Mam, 4; Matlatzinca, 1; Maya, 111; Mayo, 5; Mazahua, 173; Mazateco, 100; Mixe, 104; Otomí, 148; Pame, 1; Popoloca, 88; Q’anjob’al, 1; Q’eqchi’, 1; Tarahumara, 15; Tarasco, 119; Tepehua, 5; Tepehuano del sur, 20; Tlahuica, 1; Tojolabal, 5; Totonaco, 134; Triqui, 40; Tseltal, 47; Tsotsil; 52; Yaqui, 4; Zapoteco. 583; Zoque, 23; Otras lenguas indígenas de América, 12 y; No especificado, 396.

 

 

Derechos de los pueblos indígenas
en materias de lenguas

 

Como Pueblos y Comunidades indígenas nos respaldan varios instrumentos jurídicos que establecen los derechos que nos asisten y la obligación del Estado a respetar y hacer cumplir la normatividad para el fomento y rescate de las lenguas indígenas. Podemos citar: I) Convenio número 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes; II) Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; III) Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; IV) la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos V) Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas; VI) la Ley de Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.

El artículo segundo, apartado A, fracción séptima de la Constitución Federal establece la obligación de crear las condiciones para que los pueblos y comunidades indígenas y sus integrantes ejerzan los derechos individuales y colectivos establecidos en la legislación nacional y que los indígenas tengamos acceso pleno a la jurisdicción del Estado. Ahí se establece que los indígenas tenemos en todo tiempo el derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura; el Apartado B del mismo artículo… La Federación, los Estados y los Municipios, deben promover la igualdad de oportunidades y eliminar cualquier práctica discriminatoria, establecerán las instituciones y determinarán las políticas necesarias para garantizar la vigencia de nuestros derechos y el desarrollo integral de nuestros pueblos y comunidades, las cuales deberán ser diseñadas y operadas conjuntamente con nosotros.

La Ley de Derechos lingüísticos de los Pueblos Indígenas contiene disposiciones que promueven la promoción, revaloración y revitalización de las lenguas indígenas; también se contempla que los tres órdenes de gobierno (federal, estatales y municipales), en los ámbitos de sus respectivas competencias, reconocer, proteger y promover la preservación, desarrollo y uso de nuestras lenguas.

 

 

Propuesta de fomento y fortalecimiento
de las lenguas indígenas

 

Las lenguas indígenas son importantes porque aportan conocimientos únicos y formas de comprender el mundo de manera diferente; ayudan a fomentarla paz y el desarrollo sostenible; potencian la protección de los derechos humanos y las libertades de los pueblos indígenas; suponen un impulso de la inclusión social y de la alfabetización; contribuyen a la diversidad de valores, de culturas y de lenguas. 

Las lenguas indígenas desaparecen por las reubicaciones forzadas son debidas a conflictos en los países de origen o a desastres naturales que obligan a los pueblos indígenas a huir hacia lugares más seguros; la discriminación que ha supuesto que los padres eduquen a sus hijos en otras lenguas y no en las lenguas indígenas, de manera que no discriminación y tengan más oportunidades en el futuro; la migración por razones económicas que se tienen que adaptar al lugar de destino; la presión social para hablar las lenguas dominantes; la falta de reconocimiento legal; entre otras razones.

Por ello, debemos promover sistemas educativos que favorezcan la descolonización del saber y la no discriminación por razones lingüísticas; además, garanticen prevalecer la cultura por medio de registros escritos, que los adultos transmitan sus conocimientos a las nuevas generaciones para que éstos, a su vez, conserven, enriquezcan, adquieran y transmitan todo el bagaje lingüístico. Los profesores del sector indígena son las personas clave para impulsar esta tarea a mayor escala.

Es fundamental aprovechar las nuevas tecnologías de la información y comunicación para preservar, revitalizar y desarrollar las lenguas indígenas. La crisis de la pandemia acelera la necesidad del uso de equipos tecnológicos que creíamos innecesarios durante mucho tiempo.

Impulsar la conformación de academias de las 68 lenguas indígenas que se hablan en nuestro país, para generar gramáticas únicas por cada una de las lenguas que permitan incrementar el valor de las lenguas, cultura, conocimientos e historia de nuestros pueblos indígenas.

Motivar a escritores en lenguas indígenas para registrar los conocimientos, geografía, sabiduría, emociones y memoria de los pueblos y comunidades indígenas.

Fomentar la lectura en la niñez indígena, a fin de despertar el interés, a desarrollar su imaginación, por la escritura y la lectura en lenguas de nuestros antepasados.

Hacer de nuestro idioma indígena un medio de comunicación en casa, con los hijos y familiares más cercanos.

Promover las lenguas indígenas desde las estaciones de radio comunitarias e indígenas, para motivar al auditorio al uso de su lengua materna.

Impulsar la música y canto en lengua indígena, que sirva de motivación para las personas que gustan de la música y canto.

Incluir, las lenguas indígenas, en los planes y programas de estudio de todo el sistema educativo nacional.

Recuperar y fortalecer las lenguas indígenas es una necesidad; apremiante para el futuro de la humanidad.

aa

Baloneros de Chichihualco. Sin salida.

Del 22 al 28 de enero de 2021 al

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