Necesario cambiar el sistema político-económico

José Francisco García González

Quizá por estar todavía en el centro del huracán, padeciendo los estragos de la pandemia de este siglo, todavía no nos hemos puesto a reflexionar con detenimiento acerca de los efectos negativos no solo en las relaciones de la convivencia social, sino en la misma economía a escala macroeconómica y microeconómica, ya no digamos en la manera de concebir la vida y la muerte; es decir, estar plenamente resignados a ver morir a familiares, amigos y conocidos y hacer una especie de mutis ante eso, ocultando a fuerza el dolor que acusan la pérdida de algún ser querido, tal y como sucedió en la época medieval, que a escondidas arrojaban los cadáveres a las llamas o los sepultaban por montones en fosas hechas para eso en terrenos de iglesias o alejados de la mancha urbana. Afortunadamente, en México no ha sido selectiva, por rangos de edad, la atención médica, como ocurrió en plena crisis en países de Europa y en Estados Unidos, al condicionar la atención a la población indocumentada. No obstante, al final, eso se pudo encausar al abrir la aplicación de vacunas a todos, por la simple lógica de parar los contagios a cualquier precio.

En México, a pesar de las críticas de la derecha reaccionaria, se lograron avances sustantivos, por la vigilancia permanente sobre el comportamiento en el nivel de los contagios; asimismo, se dio, y se está dando, seguimiento a todo lo concerniente con la aplicación de las vacunas por personal profesional y dedicado exclusivamente a esa actividad, con el único propósito de coadyuvar de forma activa y permanente a salir del túnel que nos tiene a todos en estado de alerta. Tampoco se debe dejar de lado, para lograr un panorama más amplio, cómo estamos concibiendo esta crisis de la pandemia en el país, que, dicho sea de paso, nos vino a completar la desgracia.

En un territorio saqueado por un reducido grupo de vivales que manejaban el presupuesto y los asuntos de la política, al servicio de una oligarquía insensata, racista y despiadada que discriminó por décadas a los más pobres, otro de los males son los delincuentes activos en forma de bandas organizadas para cometer crímenes que nunca se esclarecen, y que generan pánico, terror y zozobra en la población. Desde hace veinte años comenzaron a registrarse crímenes de odio y a causa de los pleitos por el control de las rutas del trasiego para mover la droga, los cuales, después se ramificaron en la extorsión, secuestro, sin que las instituciones movieran un solo dedo para poner un alto a esa situación; al contrario, funcionarios y hasta mandos militares estaban al servicio de esas bandas. Les convenía seguir manteniendo ese estado de cosas. Por eso, a Peña Nieto y sus compinches nunca se les dificultó impulsar y aprobar sus llamadas reformas estructurales (más bien, contrarreformas, al ir en sentido contrario de los intereses de los gobernados). Pero éstos, a los que el propio presidente llamó la mafia del poder.

Casi todos sabíamos cómo se estaba desmoronando el país, con gobernantes derrochadores, nefastos, que con irresponsabilidad inaudita endeudaban al país con los organismos financieros internacionales, para después cargarle a todos los mexicanos la deuda, con tanta desfachatez, que fingían gran pesar cuando le pedían al pueblo amarrarse el cinturón para salir de la crisis, y prometían que pronto vendrían tiempos mejores. «La solución somos todos», llegó a decir el priista José López Portillo.

Lo cierto es que normalizamos la aparición de muertos por todas partes, asesinados por causas que nunca se esclarecieron. Y también nos acostumbramos a la estúpida justificación de: «En algo andaba o algo debía». La estadística ha registrado a jóvenes principalmente. Y no hemos medido las consecuencias de este fenómeno oscuro de la historia reciente que aún está lejos de terminar. ¿Acaso nos hemos preguntado cuántos huérfanos existen por esta causa? ¿Cuántos niños hay sin hogar? ¿Cuántos padres abandonados, en edad de no valerse por sí mismos?

Nadie sabe a ciencia cierta qué pasará con las relaciones de los individuos en la actualidad ni si habrá cambios profundos que hagan avanzar hacia un destino de solidaridad entre la raza humana.

Estos cambios profundos serán motivo de caminar, no a la acumulación de bienes o dinero, como sucedió en la baja edad media, cuando surgió una especie de empresarios, o más bien, comerciantes mercantilistas (asociados en gremios) y un sector de asalariados urbanos que trabajaban, ahorraban y consumían en una economía que, con muchas limitaciones, nacía el sistema capitalista. De esa forma, la inversión de pequeños capitales fue creciendo a la par de la explotación de una clase trabajadora sin más recursos que vender su fuerza de trabajo, que, según Marx, es la capacidad de trabajo del asalariado, empleada en el proceso de producción que, junto con la materia objeto de transformación y los medios de producción, forma parte de las llamadas «fuerzas productivas», además de que es la única que genera plusvalía en ese proceso de producción.

Igual que antes, también ahora se transparenta una crisis social, económica, y en el campo se vislumbra una crisis más aguda que no se verá a simple vista, pero que ojalá no llegue a condiciones de hambre, por las consecuencias del azote por el coronavirus que tomó por sorpresa a toda la humanidad.

Si en la alta edad media europea fue una etapa de escasez, de rigidez estructural y de supervivencia ante los enemigos exteriores, en la baja edad media los individuos alzan la cabeza por primera vez y voltean a ver un horizonte que por fin se lanzan a explorar. A la vieja sociedad conformada por monarcas, monjes, guerreros y labriegos se une ahora el burgués, habitante de los burgos, o ciudades, que participan con sus actividades lucrativas de acumulación y sus reivindicaciones el viejo orden feudal. El desarrollo de la agricultura lleva a una prosperidad económica insólita que permitirá el florecimiento del arte románico y del gótico. El estilo o arte gótico se refiere a la arquitectura que se daba en Europa durante la baja edad media, la escultura y las artes menores que vincularon el arte románico medieval con el renacimiento temprano. El diseño gótico reemplazó las formas planas románicas por un nuevo enfoque en la forma de percibir la realidad. Casi todos los diseños arquitectónicos del arte gótico terminaban con una aguja que apuntaba al cielo. En términos religiosos significaba unir la tierra con el cielo. Este fue un estilo artístico que se desarrolló en Europa Occidental durante la edad media tardía, ​ desde mediados del siglo XII hasta la implantación del renacimiento, y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico prevaleció más tiempo fue en los lugares en donde la iglesia tenía más poder. En ese periodo fue donde se registran la fundación de universidades, y cuyo impulso se debió a las relaciones comerciales que abrieron nuevas rutas de comunicación entre los pueblos, mediante el comercio y las relaciones políticas, sin las trabas de los reinados absolutistas y para ese entonces ya en decadencia.

Después de tocar de forma reducida el tema de la crisis por la peste negra y la decadencia de una forma de vida de lujos en el medievo, se observa que no existe mucha diferencia respecto a la era actual. Una clase muy reducida es la que maneja los destinos del mundo. Ahora es pertinente alzar la vista para ver otra forma de organización social; cuando menos la raza humana debe cambiar su forma de actuar con la naturaleza. Es abobinable que por la acumulación de riqueza pasando sobre todas las cosas, se deje una estela de contaminación irreversible.

En el estado de Guerrero está sucediendo algo inadmisible. Mientras las compañías mineras saqueadoras están explotando los minerales y contaminando arroyos, ríos y mantos acuíferos, nosotros permanecemos callados, como si no pasara nada. Ese silencio, algún día lo tendremos que pagar con creses, cuando ya no tengamos agua limpia que tomar y cuando nos demos cuenta que ni oro ni joyas ni mucho menos riquezas nos dejaron los páramos de esos lugares que fueron explotados por voraces capitalistas sin escrúpulos ni conciencia por el cuidado del medioambiente. Si hace apenas unos diez mil años comenzó la travesía de la raza humana por la faz de la tierra y el mismo planeta tiene calculados cuatro mil quinientos millones de años, debemos pensar seriamente que ni los mismos dinosaurios, gigantes que también pisaron la tierra la destruyeron como lo está haciendo la raza humana.

Estamos plenamente conscientes que después de esta pandemia, debería haber cambios en la organización, económica y social en el mundo. Y lo primero es cambiar el neoliberalismo globalizador, que mucho a perjudicado a la gente y al medio ambiente. Tenemos que hacer un alto y observar con detenimiento hacia dónde vamos y, sobre todo, a dónde pararemos con la ruta desenfrenada de destrucción.

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Morena: aprender del error

Humberto Santos Bautista

Para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas.
Benito Juárez

Se aprende más del error que de la certeza, aseguraba con mucha razón Karl Popper. Y en estos tiempos convulsos haría bien releerlo, más allá de que algunos lo catalogan como un pensador de derecha, yo pienso, como expresaba Luis Eduardo Aute, que el pensamiento consiste en estar siempre de paso.

La referencia a Popper es porque quizá nos sirva para pensar mejor lo que está pasando en Guerrero, que sigue siendo un territorio inédito para sociólogos, politólogos e historiadores. Los guerrerenses siempre nos movemos en la precisión de la incertidumbre.

Por todo eso, la reciente resolución del Tribunal Federal Electoral (Trife) de ratificar la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de quitar la candidatura a gobernador a Félix Salgado Macedonio, postulado por Morena, debido a que no reportaron los gastos de precampaña, debiera ser una oportunidad para abrir un espacio de reflexión y desde una mirada autocritica, los dirigentes del Morena debieran preguntarse algunas cuestiones elementales: ¿Cómo es posible tanta ineptitud en la dirigencia de un partido que se presenta así mismo como «la esperanza de México»? Si los dirigentes de morena son incapaces de atender los requerimientos tan elementales que les hace el INE para que sus candidatos reporten sus gastos de campaña, ¿como pensar que esos mismos dirigentes tendrán capacidad no solo para ganar una elección, sino para diseñar un verdadero programa de gobierno que tenga como prioridad atender las enormes desigualdades que existen en Guerrero?

Me parece, entonces, que más que culpar al INE o al Trife, el Morena haría bien en hacer una autocrítica de fondo para encontrar las razones de por qué se ha quedado sin candidatos a gobernador en Guerrero y Michoacán, porque es probable que después de este ejercicio, los militantes del Morena encuentren que el problema real que tienen, está precisamente en tener a una dirigencia tan inepta y tan corrupta, que es la principal responsable de haberlos metido en el dilema de no tener candidato a gobernador. Los cuestionamientos al partido por la forma tan desaseada de asignar las candidaturas son la evidencia de que el Morena no se distingue precisamente por su pulcritud democrática; y si los señalamientos de que las candidaturas se vendieron no encuentra una respuesta contundente, eso los «derrota moralmente» y los deja sin argumentos para culpar a los organos electorales de los errores de los que solo la dirigencia es responsable.

El candidato fallido de Morena a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, por su parte, tendrá que aprender que los discursos incendiarios ya no resuelve nada, y que en una campaña política en un contexto como el guerrerense, lo que hace falta son ideas para empezar a cerrar las brechas de la desigualdad. En Guerrero ya no caben las ocurrencias, y para gobernar se necesita un proyecto propio.

Tendrá que aprender que en política los errores se pagan caros y que los errores causados por la torpeza de las direcciones estatal y nacional de su partido, son imperdonables, porque no solo confirman que no son un partido democrático, sino que traicionan los propios principios que se supone que los hacen diferentes: «No robar, no mentir y no traicionar», pues las evidencias confirman el sentido inverso de lo que formalmente pregonan, y con elllo, Morena en Guerrero, cada vez más se está quedando sin una identidad propia y el pragmatismo ciego que ha instrumentado para designar a sus candidatos no le servirá de nada al proyecto de la llamada 4T.

Por último, me parece que equivocaron también la estrategia con el INE, y la sanción que les impusieron, ahora ratificada por el Trife –contemplada en los ordenamientos normativos–, tendrá costos que todavia no se han valorado en todo lo que significan, pues el retiro de la candidatura a quien el Morena había propuesto como su abanderado para la contienda la gubernatura, tiene que ser respondida por el candidato y por el partido con altura de miras. No parecen tener esa intención, sino una prisa por satisfacer las ambiciones de siempre y con esa idea se irá al terreno electoral, y Guerrero seguirá siendo tierra fértil para la inestabilidad, como si ese fuera el único destino posible para una entidad que ya, de por sí, en 172 años de historia solo diez gobernadores han concluido su periodo.

Es probable que haya llegado el tiempo para que los ciudadanos guerrerenses les empecemos a cobrar en las urnas a los partidos, todos los agravios, las afrentas, las corruptelas y latrocinios cometidos contra Guerrero, un estado con una historia excepcional, y también hacerle un ajunte de cuentas a esa misma partidocracia corrupta, mediocre y pervertida que casi ha dejado sin opciones a Guerrero y al país.

Hay que recuperar los fines de la democracia y deshacerse de la mediocridad política.

aa

Campañas. Desinterés público.

Del 26 de abril al 2 de mayo de 2021 al

#1052

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