¿Qué está sucediendo en México? Nos conviene analizar y reflexionar acerca de este tema o temas. Todo depende de la región en conflicto o la urgencia que se le venga dando al asunto a tratar. La realidad es que hoy en día todo resulta urgente.

La desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, ha desatado una serie de cuestiones que nos llevan a identificar un problema sistemático en la política mexicana, dicho de otra manera, se ha destapado una de las cloacas más asquerosas en la historia de nuestro país.

Las investigaciones han sido poco profundas y los resultados son nulos, no hay explicación que justifique la desaparición de estos jóvenes estudiantes en el estado de Guerrero y voces como las del padre Solalinde, ya resuenan con fuerza, solicitando la salida del gobernador Ángel Aguirre.

Es curioso como "artistas" que aparecen en pantallas televisivas, se unieron de forma espontánea para apoyar el movimiento estudiantil en Venezuela. Si bien es cierto que las conductas gubernamentales en contra de sus jóvenes fueron represivas, en México, los mismos "artistas" han guardado silencio ante la obvia masacre que se llevó a cabo en Iguala, Guerrero, simplemente, no han dicho, ni dirán nada al respecto. Los intereses de las empresas para las que laboran no les dejaran pronunciarse...

Las crónicas de los hechos  no cambian mucho, pero los culpables si  han variado. Cuando todos los reflectores apuntaron al gobernador de Guerrero, su procurador apuntó a un sicario del grupo delictivo "Guerreros unidos" que presuntamente, a lado del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, perpetraron dichos crímenes... Sin embargo, hay pruebas de que algunos funcionarios ya tenían conocimiento de los nexos delictivos de este político, ¿cómo es que apoyaron y dejaron que este señor asumiera el poder en Iguala? La respuesta puede ser simple: "Se sospechaba, pero nada estaba comprobado".

Las reacciones en la política nacional ante estos dolorosos acontecimientos, se han reducido a las acusaciones burdas, al "chisme" entre los partidos y sus integrantes -¡Es que tú eres un corrupto!- o -¡Pero tú eres un encubridor!- Para pronto, todos cargan su responsabilidad, por no exigir la rápida solución y averiguación de estos lamentables hechos.

Por otro lado: Los medios de comunicación cómplices, la prensa que solapa el comportamiento dudoso de las autoridades o simplemente, la prensa que calla y aplaude al poder en turno. Esta es la parte que más indignación nos debe generar, ya que los que se supone están para informarnos de lo que sucede en el diario acontecer, no son más que mercaderes de la mentira, plumas y voces mercenarias que se agachan ante los deseos de los políticos "amigos", de los que dan "regalitos" a los reporteros de la fuente o simplemente, de los dueños de los medios de comunicación que tienen intereses millonarios y manejan la información, según beneficie a su mezquino interés.

¡No hay moral! Dirían las señoras de la vela perpetua que aportan su tiempo a la iglesia local, pero la verdad es que en estos tiempos, en los que Larrea se pelea con Emilio y Aguirre continua en el gobierno de Guerrero, la ética, la moral y la dignidad, son conceptos olvidados y desdeñados por las altas esferas en el poder. (RadioNewred)