“¡Híjole, me voy a quedar con las dos! De no tener nada a estar en dos… ¡vamos a ver cómo le hacemos para poder con este reto!”, contestó en forma de plática a reporteros Pilar Vadillo, secretaria general de Comité Directivo Estatal del PRI recién declarada diputada local electa por el Distrito 4 en Acapulco.
“¡Nos los chingamos!”, festejaban otros priístas afuera de la sala de sesiones del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) el domingo 14 de junio, cuando el órgano electoral entregó la constancia de mayoría al gobernador electo Héctor Astudillo Flores.
El priísmo, de manera formal regresaba al poder.
Los rostros empoderados de viejos políticos tricolores se desempolvaron. Reunidos pasado y presente en el inmueble rentado del órgano electoral festejaban, acompañados de militantes que afuera gritaban y resonaban sus matracas.
Astudillo salió a mostrarles su constancia y dijo: “¡Ganamos!”.
Luego de 10 años de PRD, el PRI está de regreso. Después de nunca haber perdido, en 2005 el Revolucionario Institucional dejó el poder durante dos periodos (diez años), paradójicamente con Héctor Astudillo como candidato, quien en aquella ocasión perdió contra Zeferino Torreblanca Galindo.
De ser la primera fuerza en Guerrero, el PRD pasó en estas elecciones al segundo lugar. La masacre de Iguala y desaparición forzada de 43 normalistas cobró factura al partido que postuló a José Luis Abarca Velázquez a la presidencia de Iguala, ex presidente municipal preso en el penal del Altiplano por la desaparición de los normalistas y el asesinato del activista Arturo Hernández.
En esta elección, calificada por los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa como una simulación que se impuso a “sangre y fuego”, en referencia al asesinato del activista Antonio Vivar Díaz el 7 de junio en Tlapa, el IEPC dio más constancias de mayoría al PRI.
Sin considerar las acusaciones hechas por pobladores y militantes de partidos del reparto de dinero para la compra de votos y entrega de prebendas, las preferencia decidieron, según los cómputos finales, favorecer al PRI en 18 distritos de los 28 electorales, mientras que el PRD ganó el resto, diez.
De los 81 ayuntamientos, el PRI ganó 36, quedando como fuerza principal, mientras que de los nueve distritos electorales federales, ganó siete.
La elección, entre PRI y PRD
Ese día, ni la lluvia frenó las gargantas. Las sonrisas de priístas como Manuel Añorve Baños, René Juárez Cisneros, Mario Moreno Arcos y Cuauhtémoc Salgado Romero brillaban. Los priístas se abrazaban, relucían sus camisas y playeras con los logotipos de campaña de Héctor Astudillo. Esperan la repartición de cargos; otros recibían sus constancias de mayoría como diputados plurinominales.
La plana mayor priísta: alcaldes, exalcaldes, ex diputados locales, federales, ex delegados nacionales del PRI, exsenadores, departían y compartían festejos y las ansias de que los actos protocolarios terminaran. Allí estaban la vocera del PRI, Erika Lührs; Alicia Zamora Villalba, Julieta Fernández, Verónica Muñoz Parra, Antelmo Alvarado Arroyo, Daniel Pano Cruz, Rafael Acevedo, César Maldonado Flores, José Luis Peralta Lobato.
De acuerdo a los cálculos del IEPC, los espacios de representación proporcional quedaron así: cinco diputaciones para el PRI (Cuauhtémoc Salgado Romero, Rosaura Rodríguez Camarillo, Ricardo Moreno Arcos, Beatriz Alarcón Adame y Antelmo Alvarado García), seis para el PRD (Carlos Reyes Torres, Silvia Romero Suarez, Sebastián de La Rosa Peláez, Eloísa Hernández Valle, Jonathan Moisés Ensaldo Muñoz y María Martha Ríos Moreno), dos para el PAN ( Iván Pachuca Domínguez y Magaly Salinas Serna), dos para MC (Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja y la secretaria general del Ayuntamiento de Acapulco Magdalena Camacho Díaz).
Al Partido del Trabajo le corresponde una plurinominal (el dirigente estatal de ese partido, Fredy García Guevara), lo mismo para el Partido Verde Ecologista de México (Raúl Mauricio Legarreta Martínez).
El único espacio ciudadano correspondió al Morena (María de Jesús Cisneros Martínez, quien desde 2007 busca a su hijo Ludwig y pretende dar una batalla desde dentro de las instituciones, para saber qué pasó con su hijo que parece que se esfumó de la faz de la tierra).
De todos los que llegaron al congreso por la vía plurinominal, sólo María de Jesús no había estado inmersa en cuestiones políticas, hasta ahora.
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El primer sitió de las diputaciones de representaciones proporcional del PRI se le otorgó al presidente estatal de ese partido, Cuauhtémoc Salgado Romero, quien se apuntó como precandidato a la gubernatura, pero perdió frente a Héctor Astudillo Flores. Salgado proviene del grupo político del secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, pero en el ámbito estatal pertenece al grupo de Rubén Figueroa Alcocer, y ha sido diputado federal y local.
Militantes del PRI, sobre todo de su región, Tierra caliente, lo acusaron de apoyar al PRD en esta campaña, tras su fallido intento de lograr la candidatura priísta.
En la segunda posición, el PRI enlistó a la ex diputada local Rosaura Rodríguez Carrillo, del grupo del exgobernador René Juárez Cisnseros, mientras que en la tercera posición se ubicó Ricardo Moreno Arcos, hermano del alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno, quien en abril amagó con salirse del PRI como lo hizo en 2011 cuando apoyó junto con su hermano a Ángel Aguirre Rivero, para la gubernatura. Ricardo Moreno fue funcionario de la Sedesol federal; sin embargo, siempre ha estado bajo la sombra de su hermano, quien sí ha figurado en cargos públicos.
En cuarto lugar quedó la exfuncionaria de Astudillo cuando fue alcalde de Chilpancingo de 2009 a 2012, Beatriz Alarcón Adame, mientras que el quinto espacio corresponde al dirigente estatal de la CTM, Antelmo Alvarado García, exsenador exponente de la vieja guardia piísta.
En el caso del PRD, los tres primeros espacios plurinominales corresponden a aguirristas, uno de ellos señalado de tener vínculos con el narcotráfico; otro, de tener gente afín al expresidente municipal de Iguala José Luis Abarca Velázquez.
Carlos Reyes Torres, ex presidente estatal del PRD, a quien Servando Gómez Martínez, La Tuta, jefe del grupo delictivo Los Caballeros Templarios, vinculó en enero de 2014 con la delincuencia organizada; además, pertenece al Grupo Guerrero, que lidera el exsenador David Jiménez Rumbo, quien obtuvo una diputación plurinominal de la circunscripción 5 federal, con sede en Michoacán, debido a que es originario de Arteaga.
La segunda posición corresponde a la exsecretaria de Educación, originaria de Iguala, Silvia Romero Suárez, perteneciente al grupo político fundado por el exgobernador Ángel Aguirre, Izquierda Progresista Guerrense (IPG). El Comité estudiantil de la Normal Rural de Ayotzinapa la acusa, de bloquear varios acuerdos y reducir apoyos a la escuela.
El 12 de mayo Romero Suárez fue raptada en la Tierra Caliente y liberada al día siguiente junto con sus tres acompañantes en la ciudad de Arcelia. La aguirrista no ha dado declaraciones, pero el dirigente de su partido, Celestino Cesáreo, recibió su constancia de mayoría. No se descartó que por la zona con presencia del crimen organizado, los grupos de la delincuencia tengan que ver con el asunto.
La tercera posición corresponde al diputado federal con licencia Sebastián de la Rosa Peláez, dirigente de la corriente mayoritaria del PRD, Nueva Izquierda (NI), pero que, en Guerrero, dirige la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), agrupación perredista que impulsó a la alcaldía de Iguala a José Luis Abarca, a quien incluso defendió en octubre.
La cuarta diputación pluri del PRD le tocó a Eloísa Hernández, operadora política del senador Armando Ríos Píter, quien declinó sus intención de contender por la gubernatura luego de la crisis en el estado por la desaparición forzada de los 43.
De acuerdo al periódico regional Despertar de la Costa, que se publica en Zihutanejo, de donde es la perredista, ésta “fue acusada de traición al PRD durante las pasadas elecciones y cuenta con un proceso administrativo por ese motivo, la prueba irrefutable, el cargo que obtuvo en el ayuntamiento después del triunfo del PRI”, se lee la nota informativa.
La acusación señala que Hernández Valle y su hermana Gloria, en la pasada campaña a la presidencia municipal de este puerto, hicieron trabajo a favor de Eric Fernández Ballesteros, quien ganó la alcaldía.
Los plurinominales del PAN no son precisamente gente sin señalamientos. En la primera posición quedó Iván Pachuca Domínguez, actual secretario particular del secretario general de su partido, Andrés Bahena Montero, y esposo de la actual diputada por el PAN, Delfina Concepción Oliva.
Cuando su esposa fue colocada como diputada plurinominal también, militantes del blanquiazul de la corriente del exdirigente Carlos Millán Sánchez lo acusaron de haber comprado el espacio de su esposa desviando dinero del mismo Comité Ejecutivo del PAN.
En la segunda fórmula, el PAN decidió por la exfuncionaria del ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo Magaly Salinas Serna. Ésta fue secretaria particular del exgobernador el primer año del sexenio; posteriormente la nombró subsecretaria de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud.
De acuerdo a fuentes consultadas por este semanario, el exmandatario, quien perdió como candidato a la alcaldía de Acapulco por el PAN, puso como condición el espacio plurinominal de su exfuncionaria, quien fue señalada por desviar recursos de la administración pública, por al menos 10 millones 600 mil pesos, sacados del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud.
A excepción del espacio de representación proporcional obtenido por María de Jesús Cisneros, quien dijo que lo emplearía para ayudar a madres que como ella no encuentran a sus hijos, los 17 diputados que llegaron por esta vía para equilibrar las fuerzas en el Congreso local son políticos que ya han ocupado cargos, algunos con señalamientos de estar vinculados con la delincuencia organizada o, cuando menos, de corrupción.